En la profundidad de los bosques, también habitan otros seres con aspecto humano que resaltan por su belleza. Seres de rostro angelical y perfección ilimitada. Elfos que con su suave voz te transportan y que te parecen cantar al oido entre susurros. El rostro más dulce que se esconde en el bosque es el de Arwen, la princesa de los elfos. Una dama de andares tranquilos que parece levitar sobre la espesura y las flores, de cabellos largos y hermosos como su blanca piel. Y que como todos los elfos, está en sintonía con los animales y seres del bosque. Siente a la madre naturaleza en su interior y la lleva consigo. Ella es quien ordena el cambio de las estaciones a las hadas y quien cuida de ellas, de su bienestar y su magia, para que a su vez, no sean descubiertos por los humanos, puesto que las hadas son curiosas y suelen traspasar la linea que lleva al mundo de los hombres.
Con su aura te contagian de luz y calor. Mantienen tu ser en constante serenidad y tu paz interior se deja ver con solo mirarles. En su presencia, todo mortal olvida el mundo real y se deja llevar por la magia del bosque.
Al servicio de Arwen hay doncellas como Linarhe. Hermosa y delicada como una flor, que acompaña a la princesa a todas partes. Son tan parecidas, que en más de una ocasión le ha servido de doble en situaciones de peligro. Son muchas las historias del pueblo de los elfos que han sido escritas a lo largo de los tiempos y en todas ellas, tanto doncellas como guerreros y guerreras, nobles y vasallos han jugado su papel.
Las elfas guerreras, valientes y tan fuertes y poderosas como cualquier otro guerrero, son la escolta de la princesa y grandes estrategas en la batalla. Su encanto vence a los hombres y su fuerza a todo enemigo que quiera batirse con ellas o que atente contra la tierra de los elfos.
Por su natural inmortalidad, son los encargados de guardar el bosque y el mundo mágico. Su magia pura y blanca es muy poderosa. Tanto para la sanación como para ayudar a quien lo necesite. Les gusta pasar el tiempo libre entre las pequeñas hadas de las flores y las de el agua. Son sus favoritas, porque son las más pequeñitas. Y es que, los elfos tienen un tamaño humano, pero las hadas son de diferente tamaño según sea su cometido. Las hay tan pequeñas como las mariposas y eso, es algo que a los elfos les hace ser más protectores todavía.
La noche más hermosa, es la que estos seres se cuelan en tus sueños y te narran las historias de su pueblo. Respira profundo y déjate llevar al mundo de la fantasía y de lo imposible...